El erotismo gay de José Pedro Godoy

*Publicado en HoyxHoy durante junio de 2013.

Sus ojos que evocan el ámbar viajan inquietos bajo el parrón del patio de su taller, donde habla y crea, pero por sobre todo pinta imágenes que dan la sensación de estar al interior de un sueño, o quizás de esa delicada frontera que separa el reino de Morfeo de la realidad. “También mis cuadros buscan la idea de un recuerdo, lo que su vez es como un sueño, es decir, una imagen imprecisa, borrosa e idealizada, que tenemos un poco de necesidad de retenerla”, afirma José Pedro Godoy, quien en 2012 fue alabado por la crítica en su exposición “El progreso del amor”, y en marzo de este año colgó sus pinturas en Nueva York, lo que torna su nombre una de las promesas de la pintura chilena.

¿Cómo te recibió La gran manzana?

Fue la mega experiencia y anduvo súper bien en los resultados a nivel de recepción y de crítica, a pesar de que se trata de un medio mucho más competitivo. Para ser una primera exposición estuvo súper bien, ya que el trabajo de Yael Rosenblut, mi galerista, fue de gran calidad.

¿Cómo se siente ser joven y exitoso?

La juventud pasa súper rápido y está súper sobrevalorada, y en verdad a nadie le importa que seas joven o no. Hay gente que a los 18 años es súper buen fotógrafo pero no significa que a los 30 vaya a seguir con ello, entonces la cosa es ir trabajando día a día no más. Pero siempre hay gente más joven que una. Que uno (ríe). Entonces como que da lo mismo ser joven.

Tu cuadro más recordado es la orgía de “El triunfo del amor”

Es uno de los más grandes que he pintado, el más colorido. Además, es una pintura que me gusta mucho, es bonita, tiene ese aire de espectacularidad y es entretenido porque está lleno de detalles, junto a esa seducción que provocan las pieles de los animales.

En tus obras desnudas a muchos hombres y quizás, culturalmente, estamos más acostumbrados a mirar mujeres sin ropa…

Es porque soy gay. Aunque también es un desafío, ya que la mujer siempre está representada para que el espectador la desee, mientras que el hombre aparece con una postura más heroica, él no es un objeto, es él quien se está mostrando y a la mujer parece que uno la estuviera espiando, entonces al mostrar al hombre como objeto se crea una relación con la pornografía y el imaginario erótico de la estética gay.

¿Cómo piensas que es ser homosexual hoy en Chile?

Creo que depende mucho de tu contexto, de dónde estás social y valóricamente. Yo fui a un colegio más o menos liberal, tengo una familia abierta con el tema, por eso nunca fue problema para mí, de hecho, salí del clóset a los 17 años. Sin embargo, para gente de clase muy baja, muy machista, es más difícil, ya que el mundo masculino es muy violento con los homosexuales, y están los grupos conservadores y los evangélicos, que hacen que esto siga siendo un drama, además de que somos súper discriminados por el Estado en cuanto a las leyes.

¿Cómo ves el escenario para el desarrollo de la pintura chilena?

No hay un nivel muy bueno en la mayoría de las galerías, no hay apuestas jugadas, porque todavía, muchas, están desesperadas por vender, entonces tienen un stand que parece bazar y no encuentro que esa sea una buena forma de presentar el arte. Tapizar de cuadros y venderlos como zapatos no encuentro que sea la idea.

Además, acá llegan pocas exposiciones buenas, y las que traen, son mal montadas. Por ejemplo, la colección de Peggy Guggenheim es súper buena pero parecía una mediaagua con los cuadros encima. Eso es frustrante, porque ahí es donde empiezas a cultivar un público.

¿Y qué se viene en la agenda de José Pedro Godoy?

En septiembre participaré en una exposición que reúne a diez artistas chilenos y diez canadienses, por lo que se estrenará en La petite mort, una galería de Montréal, y luego acá en La perrera. Paralelamente, trabajo en un proyecto de la Universidad de Chile que se llama Barroco fronterizo, el que terminará con una muestra. Junto a ello, en septiembre participaré en ChACO, con la galería de Yael Rosenbluth, y en noviembre expondré en la galería El ebro de Panamá. Además, en marzo o abril, en el MAC de Quinta Normal, estaré en Sub 30, una muestra que juntará a 50 pintores chilenos de mi generación.

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